Delegar se confunde a menudo con repartir para luego supervisar, es decir que no se suelta la carga con la que no podemos seguir, sino que se pospone para otro momento.
Es un recurso para auto engañarnos, creemos que hemos delegado el trabajo pero en realidad no acabamos de confiar en las demás personas, con lo que seguimos pendientes y no soltamos.⠀
En ese momento sin darnos cuenta, estamos desmotivando a las personas implicadas y bajando su autoestima.⠀
Nos debemos preguntar si alguien delega en nosotros pero luego está encima nuestro para revisar todo lo que hacemos ¿Cómo nos sentimos?.⠀

En el lado opuesto podemos preguntarnos si delegamos para liberarnos de una carga y estamos encima de las personas que nos ayudan ¿Podemos confiar en alguien?, Por qué si la respuesta es que no, quiere decir que vamos a tener muchas cargas, tanto físicas como emocionales, e incluso nos dará pistas de cómo irán nuestras relaciones personales. ¿O acaso crees que sin confiar en nadie pueden ir bien tus relaciones? ¿Irían bien las tuyas si nadie confiase en ti?.⠀

Aprender a delegar es confiar, es aprender a soltar, es una práctica que nos ayuda a estar mejor y a que las demás personas también se sientan mejor, ya que sienten que confiamos en ellas y eso favorece nuestras relaciones, así que ¿Qué vas a hacer diferente para delegar la próxima vez?⠀

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joanmanel1

Joan Manel Castillo,

Coach Profesional Certificado por ASESCO, CPC Num. 11064
Máster en PNL por la AEPNL